viernes, 14 de marzo de 2014

Efectos de las Metanfetaminas

¿Qué es metanfetamina?
La metanfetamina es un estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. Aunque la mayoría de la metanfetamina que se usa en este país viene de laboratorios internacionales o nacionales, también se puede producir fácilmente en pequeños laboratorios clandestinos con ingredientes relativamente económicos que se pueden conseguir sin receta médica. Estos factores hacen de la metanfetamina una droga con un alto potencial para el abuso masivo.


La metanfetamina se conoce comúnmente como “anfeta”, “meta” y “tiza” en español o como “speed”, “meth” y “chalk” en inglés. Generalmente se refiere a la forma de la droga que se puede fumar como “hielo” (“ice”), “cristal” (“crystal”), “arranque” (“crank”) y “vidrio” (“glass”). Es un polvo blanco, cristalino, sin olor, y con sabor amargo que se disuelve fácilmente en agua o licor. La droga fue desarrollada a comienzos del siglo pasado como derivado de la anfetamina y originalmente se usó en descongestionantes nasales e inhaladores bronquiales.  
¿Cuáles son las estadísticas en México sobre el uso de metanfetaminas?
Existen dos tipos de drogas, las drogas de inicio y las drogas de impacto, donde las segundas son las que aunque no sea la primera vez que las consumes, causa tanta gravedad los problemas que generan que se tiene que buscar tratamiento.

Las metanfetaminas como el cristal, son drogas de impacto, sobre todo en México, ya que hace que en un lapso de tiempo muy corto el consumidor y hasta la familia busquen ayuda o tratamiento.


El cristal, también llamado “foco” o “crystal meth”, tiene una presentación típica en forma de cristales brillantes, como si fuera cuarzo, mismos que de ser pulverizados tienen un aspecto parecido a un polvo muy blanco e inodoro. Este tipo de presentación le permite ser más versátil en su vía de administración y por consecuencia que llegue al cerebro más rápidamente, lo que provoca que el impacto sea mucho más intenso.


En términos estadísticos, de todas las drogas ilícitas, sin tomar en cuenta el alcohol, el tabaco y los medicamentos, las metanfetaminas ocupan el 4to lugar en consumo, según la Encuesta Nacional de Adicciones 2008.

En México como en el mundo, dichas encuestas realizan 3 preguntas básicas que refieren a: 1- si el individuo ha consumido la droga alguna vez en su vida (llamada “prevalencia de por vida”), 2- si la consumido en el último año y 3- si la ha consumido en el último mes. Esto nos puede dar un parámetro de como se encuentra la adicción en distintos niveles.

Entre la población de 12 a 65 años de edad en México, tanto en áreas rurales como urbanas, se presenta una prevalencia de por vida del uso de metanfetaminas de 0.5%, lo que equivaldría a 1 persona de cada 200. Los datos parecen no ser preocupantes, pero existe un pequeño incremento respecto a la encuesta del año 2002, en donde se presentaba 0.08%.

En el caso de las mujeres, el consumo es mayor entre las más jóvenes de entre 12 y 25 años. Las metanfetaminas son drogas que se empiezan a consumir en la adolescencia. El promedio de consumo de prevalencia de vida es de 0.35%, en el último año es de 0.15%, y en el último mes de 0.08%.

9 de cada 10 usuarios inician su consumo antes de los 26 años. Se inicia generalmente antes de los 18, pero prácticamente todos los consumidores comenzaron antes de los 26.

Estas tendencias van al alta, por lo que es de suma importancia frenarlas cuántos antes, ya que en términos relativos, hace 6 años los números eran mucho más bajos. Tanto jóvenes como adultos deben comenzar a cuidarse y deben de tener una clara noción del riesgo que implica el consumo de drogas.




¿Cuáles son los efectos físicos, emocionales y económicos? 

Al igual que la anfetamina, la metanfetamina aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar. Sin embargo, la metanfetamina difiere de la anfetamina en que, cuando se usan en dosis similares, son mayores los niveles de metanfetamina que entran al cerebro, haciéndola una droga estimulante más poderosa con efectos más duraderos y dañinos sobre el sistema nervioso central.


La metanfetamina es un estimulante de la Lista II de la “Ley sobre Sustancias Fiscalizadas”, lo que significa que tiene un alto potencial para ser abusada y que se puede obtener solamente por medio de prescripción médica. Se utiliza para el tratamiento de la narcolepsia (un trastorno del sueño) y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, estos usos médicos son limitados y las dosis son mucho más bajas que las que se usan típicamente cuando la droga es abusada.


¿Cuáles son los efectos a corto y largo plazo del abuso de la metanfetamina?

Entre los efectos a corto plazo se encuentran:
· Aumento de atención y reducción de fatiga
· Aumento de actividad física


· Disminución del apetito y del sueño
· Sensación de euforia o “rush”
· Aumento de la frecuencia respiratoria
· Latidos cardiacos rápidos o irregulares
· Hipertermia



Entre los efectos a largo plazo se incluyen:

· Adicción
· Psicosis, incluyendo
· paranoia
· alucinaciones
· actividad motora repetitiva
· Cambios en la estructura y función del cerebro
· Pérdida de memoria
· Comportamiento agresivo o violento
· Trastornos emocionales
· Graves problemas dentales
· Pérdida de peso


La conclusión es que el resultado de la metanfetamina, tal como la cocaína, es la acumulación del neurotransmisor dopamina y esta concentración excesiva de la dopamina es la que aparentemente produce la estimulación y sensación de euforia que siente el usuario. En contraste a la cocaína, la cual se elimina rápidamente y es casi metabolizada por completo en el cuerpo, la metanfetamina tiene una duración de acción mucho más larga y un porcentaje mayor de la droga permanece sin cambiar en el cuerpo. El resultado es que la presencia de la metanfetamina en el cerebro dura más, lo cual finalmente conduce a la prolongación de los efectos estimulantes de la droga.

 Dale clic, para ver documental sobre la metanfetamina o para ver el resumen del proceso.